Máxima expectación en EEUU después de que en Pensilvania, Joe Biden se haya colocado por delante en el recuento, con 14.541 votos de distancia. Hasta ahora este estado lo encabezaba Trump en el escrutinio.
Georgia también está siendo de infarto. Con un 49,4%, adelanta por 4.262 votos a Trump, que cuenta con un 49,3%, según datos de la CNN. Con el 99% escrutado, Biden se impone en el estado, mientras sigue el recuento en Arizona y Nevada.
Por su parte, Trump se niega a perder la Casa Blanca y ya ha puesto en marcha la maquinaria legal. Su campaña ha iniciado una ardua batalla legal para frenar el goteo de votos en los estados 'clave'.
El candidato republicano ha anunciado que se querellará en Nevada, aún en pleno escrutinio, para detener el cómputo de los sufragios al asegurar que se están contando "votos ilegales". "Creemos que hay votantes muertos que han sido contados. También estamos seguros de que hay miles de personas cuyos votos han sido contados y que se han mudado fuera del condado de Clark durante la pandemia", aseguró ante la prensa el exfiscal general de Nevada Adam Laxalt, republicano.
En Wisconsin, ya teñido de azul, Trump ha exigido que se vuelva a hacer un recuento, mientras que en Michigan y Pensilvania han presentado sendas demandas para parar el escrutinio de votos. La primera de ellas, según apunta Reuters, ya ha asido desestimada. La motivación de todas sus querellas, que sus observadores no tuvieron la oportunidad de observar las papeletas durante la votación, por lo que podría haberse llevado a cabo un "fraude".
El equipo de Trump también ha hecho lo propio en Georgia, donde se ha sumado a un litigio para que el Supremo detenga el recuento, exigiendo que se localicen y vuelvan a contarse los votos de algunos condados. Sin embargo, su demanda ya ha sido desestimada por un juez.