Dos en 12 años

La empresa del helicóptero accidentado en Nueva York ya había tenido más siniestros previamente

El contexto
El helicóptero, de un servicio turístico de rutas aéreas sobre la ciudad, se estrelló en el río Hudson. Una familia española, con tres niños, ha fallecido.

Una grúa levanta los restos del helicóptero estrellado en el río Hudson, en Nueva York

Una familia española, de dos adultos y tres niños, ha fallecido este jueves en un accidente cuando el helicóptero en el que sobrevolaban Nueva York ha acabado en el río Hudson. El piloto tampoco ha sobrevivido. Se trata de una aeronave de la compañía New York Helicopter Charter que estaba realizando una ruta turística por encima de la ciudad. El CEO de la empresa ha asegurado que está "absolutamente devastado", aunque ha pedido que se tenga en cuenta que "son máquinas y se rompen". "No había visto nada igual en 30 años", ha asegurado. Pero lo cierto es que esta misma compañía ha tenido ya otros dos accidentes en vuelo en los últimos doce años.

Según recoge el 'Ney York Post', en junio de 2013 un helicóptero de NYHC tuvo que realizar un amerizaje de emergencia sobre el río, después de que el piloto, de 23 años, detectara un error mecánico durante el vuelo. En aquella ocasión, viajaba una familia de turistas suecos, de dos adultos y dos menores de edad. "El piloto hizo un excelente trabajo, teniendo en cuenta que el motor del helicóptero perdió potencia", señaló entonces el 'número dos' del Departamento de Bomberos de la ciudad, Thomas McKavanagh, que celebró cómo el joven piloto había sido capaz de 'recuperar' el control de la aeronave y amerizarla en el río con un "impacto mínimo". "Sólo hice mi trabajo", dijo el piloto.

No hubo que lamentar víctimas en aquella ocasión. Sebastian Berthele, un canadiense que en aquel momento estaba en el río con su embarcación de recreación, vio todo lo que ocurrió. "Al principio, creí que era un ejercicio (...). Cuando vimos los salvavidas, pensamos que sería algún tipo de práctica", señaló, pero cuando el helicóptero impacto contra el agua lo hizo "con fuerza". Berthele y su familia se encargaron de llevar a la orilla al piloto. "Todos estaban en buen estado de salud. En shock, por supuesto, sobre todo el piloto", añadió. Al felicitarlo por el amerizaje, el joven lamentó que no hubiera sido más suave. "Y yo le dije: 'Bueno, podría haber sido peor'".

En aquel entonces, el director ejecutivo de la empresa turística que ofrece vistas panorámicas de Nueva York, Michael Roth, declaró al 'Wall Street Journal' que el helicóptero se sometía a inspecciones rutinarias diarias, pero que no tenía "ni idea de por qué" la aeronave se había averiado durante el vuelo.

Dos años después, otro de sus helicópteros se estrelló mientras volaba a solo seis metros del suelo, poco después de despegar, en el norte de Nueva Jersey. En este episodio, recogido por 'The New York Times', el piloto informó de que el helicóptero había empezado a girar sin control antes de aterrizar bruscamente. En la investigación posterior se descubrió que el mismo helicóptero ya había tenido que realizar un aterrizaje brusco en Chile en 2010, y que se le había instalado un eje de transmisión no apto para volar, según un informe de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte.

Según la investigación, este eje defectuoso había sido pintado por el propietario anterior, lo que hacía imposible determinar si formaba parte de la estructura del helicóptero durante el aterrizaje forzoso previo. Los investigadores determinaron que la causa probable del accidente había sido la "ocultación y reutilización deliberadas" de ese componente defectuoso, aunque no se pudo identificar al responsable.

El helicóptero implicado en aquel accidente era un Bell 206 que NYHC había alquilado a Meridian Helicopters, una compañía con sede en Luisiana. Meridian también es la propietaria del helicóptero que este jueves se ha precipitado en el río Hudson, según consta en los registros. Según han explicado fuentes diplomáticas a laSexta, el Consulado español en Nueva York está en contacto con las autoridades locales para recabar toda la información posible acerca del accidente y de los implicados.

NYHC demandó a la empresa de mantenimiento

En 2016, New York Helicopter Charter demandó a la compañía de mantenimiento que había contratado para reparar la aeronave antes del accidente de 2013, Aircraft Maintenance Specialists. Según informa 'The New York Times', la compañía acusó a los servicios de mantenimiento de negligencia en la reparación de la aeronave y de no ser capaces de prevenir los problemas que provocaron aquel amerizaje de emergencia. El caso se cerró en 2018, sin un resultado claro.

Los registros judiciales a los que el diario neoyorquino ha tenido acceso sugieren que NYHC se había tenido que enfrentar recientemente a problemas financieros. El pasado mes de diciembre, uno de sus helicópteros fue embargado por impago de los alquileres, según una demanda presentada en un tribunal federal de Manhattan por PHI Aviation, una compañía (también con sede en Luisiana) que aseguró que le debían 1,4 millones de dólares.

NYHC se declaró en bancarrota en 2019, alegando que su negocio se había visto perjudicado por los cambios en las políticas de la ciudad de Nueva York sobre tráfico aéreo. Roth lleva operando unos 30 años vuelos turísticos en la ciudad y en los alrededores. A mediados de los años 2000, el negocio de las rutas en helicóptero por Nueva York despegó; en aquel momento, Roth aseguró que esperaba que la demanda se duplicara.

En documentos judiciales con fecha de 2023, Roth aseguró que entre sus clientes se encontraban figuras como el diseñador Calvin Klein o el magnate hotelero Ian Schrager, considerado el creador del concepto de 'hotel boutique'. Los fallecidos en el accidente que tuvo lugar este 9 de abril de 2025 fueron dos directivos de la compañía Siemens en España y sus tres hijos, además del piloto.

Pese al éxito de su sector, los neoyorquinos no terminan de ver con buenos ojos esta práctica, especialmente por el ruido excesivo que generan sobre la ciudad. Nueva York ha exigido a los operadores de este tipo de vuelos turísticos que cumplan unos acuerdos, entre los que están la prohibición de volar los domingos, el ajuste a una serie de rutas prescritas y la prohibición del acceso al helipuerto municipal, ubicado cerca del barrio bursátil de Wall Street.