En 1995, en Filipinas, un grupo yihadista planeó una cadena de atentados. “Pretendían llevar al suelo 11 aviones transoceánicos y matar al Papa Juan Pablo Segundo, entre otros”, explica Manuel González, miembro de la escuela de guerra del Ejército del Aire.
En el año 2000, en Sidney, una célula yihadista planeaba un ataque contra el reactor nuclear Lucas Heights, pero la policía consiguió neutralizarlo. En 2007, España frustró un macroatentado. Mohamed Achraf pretendía colocar un camión bomba con 500 kilos de explosivos frente a la Audiencia Nacional.
Y no es el único en España. En 2008, una banda de paquistaníes intenta simular en el metro de Barcelona el 11M. “Fue desmantelado gracias a que se consiguió meter una persona dentro de Al Qaeda y consiguió pasar información a los servicios secretos y con ello neutralizaron el atentado”, cuenta Manuel.
Desde el 11M, España ha detenido a cerca de 700 presuntos yihadistas. Muchos de ellos preparados para un ataque inmediato.