Roberto Gonzales, exsoldado de guerra, cumplió su último deseo antes de morir, ver a sus dos caballos 'Sugar' y 'Ringo' en un hospital de San Antonio, en Texas, donde se encuentra hospitalizado desde hace 10 meses debido a una serie de complicaciones de salud.

El veterano de guerra sufrió un disparo al encontrase en servicio durante la guerra de Vietnam en el año 1970 provocándole así una parálisis. Sin embargo, lejos de rendirse, dedicó su vida en cuidar y criar caballos junto a su esposa, una actividad que lo convirtió en el único entrenador discapacitado de caballos con licencia en el estado de Texas.

Por ello, la mujer de Roberto hizo todo lo posible para lograr que sus caballos fueran trasladados 240 kilómetros para llegar hasta el hospital, donde se reencontrarían con su amo. ''Los caballos son su vida. Hemos criado y entrenando caballos por 30, 40 años'', comenta la esposa, Rosario.

Irónicamente, el día que se cumplía el aniversario de aquel fatídico día en el que fue disparado, Ringo y Sugar, llegaron al hospital. El veterano, tumbado en una camilla en los exteriores del centro médico, abrió los ojos cuando uno de los caballos lo acarició. Según su mujer fue uno de los momento más emotivos, ya que a pesar de la debilidad de su esposo, reflejaba felicidad y la cara de emoción lo decía todo.