Varios compañeros ayudan a un inmigrante subsahariano mientras se recupera de sus heridas. Acaban de saltar la valla de Ceuta. Son unos pocos de los que lo han conseguido de los más de 200 que lo han intentado. "No pasa nada amigo, está bien", le dice uno de ellos al policía que cura sus heridas.
Contusiones, esguinces y los cortes que provocan las concertinas de las vallas son algunas de las heridas que han sufrido 67 de los que han conseguido su objetivo. La policía les ha atenido hasta que ha llegado Cruz Roja.
Mientras unos exhaustos y agotados descansan en el suelo mientras les dan agua para hidratarse, otros celebran que han podido entrar. El salto se producía entorno a las 5.30 de la madrugada.
Tres agentes de la Guardia Civil han resultado heridos con diversos politraumatismos.
Es el segundo salto a la valla en Ceuta este año. El anterior, en febrero, fue precisamente en este mismo punto, en la zona de la finca Berrocal, una zona sombreada en la que no hay acceso a las cámaras.
En los últimos hay más intentos de saltos. De hecho, entre 1.000 y 1.500 inmigrantes estarían esperando para pasar en campamentos cercanos a la frontera.