Estados Unidos ha derogado la política migratoria de los 'pies secos, pies mojados', que permite la entrada de inmigrantes cubanos sin visado, una demanda histórica del régimen 'castrista', según ha anunciado este jueves la Casa Blanca.
"El Departamento de Seguridad Nacional acaba con la llamada política 'pies secos, pies mojados', que fue aprobada hace más de 20 años y que fue diseñada para una era diferente", reza el comunicado difundido por el Gobierno de Barack Obama.
La derogación tendrá "un efecto inmediato", de modo que "los cubanos que intenten entrar ilegalmente en Estados Unidos sin acreditar razones humanitarias serán deportados, conforme con la legislación estadounidense". El Gobierno de Raúl Castro, por su parte, se ha comprometido a aceptar la repatriación de los ciudadanos cubanos que sean expulsados de Estados Unidos, "de la misma forma que había aceptado la devolución de los inmigrantes interceptados en el mar".
"Dando este paso estamos tratando a los inmigrantes cubanos de la misma forma que tratamos a los inmigrantes de otros países", ha destacado el Ejecutivo norteamericano, que ha reconocido que con ello dará "mayor coherencia" a su política migratoria.
La política de los 'pies secos, pies mojados', puesta en marcha por el Gobierno de Bill Clinton en 1995, permite permanecer legalmente en Estados Unidos a los cubanos que logren tocar tierra, mientras que impone la repatriación de los que son interceptados en el mar.
Se trata de un beneficio que el Gobierno estadounidense ha concedido a los cubanos por motivos ideológicos frente a otras comunidades de inmigrantes, que deben cumplir los estrictos requisitos legales para poder vivir en el país norteamericano. Cuba ha acusado a Estados Unidos de fomentar la 'fuga de cerebros' con esta política y ha exigido a la Casa Blanca que la derogue en el marco del diálogo que ambos países comenzaron el 17 de diciembre de 2014 para normalizar las relaciones bilaterales.
Los rumores sobre la posibilidad de que Washington accediera a esta petición de La Habana ha provocado en el último año una gran ola migratoria que ha dejado a miles de cubanos varados en Centroamérica, que ha cerrado sus fronteras.
Estados Unidos también ha anunciado el fin del programa para médicos cubanos, que les otorga "un trato preferencial", porque "contradice los esfuerzos" para "combatir las enfermedades que amenazan la salud y la vida" en todo el mundo.
Obama ha defendido, a través de dicho comunicado, que "con estos cambios Estados Unidos seguirá dando la bienvenida a los cubanos, como hace con inmigrantes de otros países, conforme a las leyes" norteamericanas.
"Estados Unidos, tierra de inmigrantes, se ha enriquecido por las contribuciones de los cubano-estadounidenses durante más de un siglo", ha destacado, indicando que, por ello, desde su llegada a la Casa Blanca, ha puesto a esta comunidad "en el centro" de sus políticas.