Quedan pocos días para que los españoles acudamos a votar por el futuro de Europa. Las elecciones europeas de 2024 están a la vuelta de la esquina, pero aún podemos echar la vista atrás para recuperar las cifras que nos devolvieron las últimas en 2019. Como cada año, el Parlamento Europeo realizó un informe para analizar los datos que les devolvía el Eurobarómetro de 2019, sondeo que analiza el comportamiento de los ciudadanos europeos a la hora de votar. Realizado por la empresa Kantar tras las últimas elecciones europeas celebradas del 23 al 26 de mayo de 2019, unos 27.464 ciudadanos de los veintiocho Estados Miembros pudieron dar su opinión sincera acerca de este proceso electoral y de la concepción que tienen de Europa en ámbitos generales.

El informe examina en detalle los perfiles de aquellos que fueron a votar, así como los motivos que les llevaron a ello. Analizando las diferencias entre países de la Unión Europea (UE) y grupos sociodemográficos y socioprofesionales, se observa que el índice de participación ascendió considerablemente gracias a una mayor participación entre los jóvenes. Las causas que más peso tienen en este aumento de la participación en las elecciones europeas de 2019 son:

  • Una mayor participación entre los más jóvenes.
  • Mayor arraigo del sentimiento de deber ciudadano.
  • Crecimiento de opiniones favorables sobre la Unión Europea.

En este último punto, cuestiones como la economía y el crecimiento fueron las que más despertaron el interés de los ciudadanos europeos, así como la lucha contra el cambio climático y la protección del medio ambiente. Con estos datos, desde el Parlamento Europeo consideran que se plantea un prometedor punto de partida para un mayor aumento de la participación en los próximos años.

En 2019 vivimos un aumento del 8% en el índice de participación europeo respecto a las de 2014, el más alto desde las elecciones de 1994. Además de España, otros 18 estados miembros notaron un aumento de la participación. Destacan especialmente junto a España Polonia, Rumanía, Austria, Hungría y Alemania. Incluso en Chequia y Eslovaquia, países que suelen contar con un bajo porcentaje de participación, vieron aumentos sustanciales. Las personas menores de 25 años alcanzaron un aumento de +14 puntos porcentuales, siendo los más participativos de la generación joven, mientras que aquellos con edades comprendidas entre los 25 y los 39 años también elevaron su participación en +12 puntos porcentuales.

El deber cívico y las opiniones favorables sobre la UE

Un 52% del total de votantes acudieron a los colegios electorales porque lo consideraban un deber ciudadano, tendencia que ya repuntaba en las de 2014. Aquellos que tenían costumbre de votar siguieron haciéndolo y la tendencia se mantuvo entre quienes querían apoyar al partido político que sienten más cercano, también en Europa. Además, los expertos observan un aumento de la sensación de que "la votación puede hacer que cambien las cosas", además de una esperanza hacia la implantación de soluciones para su vida cotidiana que partan desde la Unión Europea.

En España se observa un aumento del sentimiento europeo, un sentimiento de arraigo y apoyo hacia la UE, algo que comparten los españoles con los irlandeses, alemanes, italianos, británicos y eslovacos. Más del 70% del total de los europeos encuestados en 2019 estaban muy satisfechos con la celebración de unas elecciones libres y justas, que ayudan al respeto de los derechos fundamentales y a la libertad de expresión. Así, causas como la promoción de los derechos humanos, la democracia, el plan de trabajo de la Unión Europea de cara al futuro o la inmigración crecieron de manera considerable como cuestiones de peso para animar a acudir a los colegios electorales. En contraposición, los europeos parecen no estar tan satisfechos con la lucha contra la corrupción o el crecimiento de la desinformación en los medios de comunicación.

El sentimiento de pertenencia a la Unión Europea crece

Casi seis de cada diez europeos ven con buenos ojos la pertenencia de su Estado a la Unión Europea, sentimiento que notó su ascenso en 2014 y se mantuvo tras las elecciones de 2019. La tendencia a largo plazo es positiva, aseguran desde el Parlamento, los ciudadanos europeos creen que su país ha obtenido diversos beneficios por formar parte de la UE por cuatro razones principales:

  • Mayor cooperación entre los Estados miembros.
  • Aumento de la seguridad y mantenimiento de la paz.
  • Contribuye al crecimiento económico.
  • Surgen nuevas oportunidades de trabajo.

Esta tendencia cobra mayor fuerza entre los encuestados más jóvenes y con mayor nivel educativo. Este año, casi dos millones de jóvenes se suman al censo electoral en toda Europa, podrán votar por primera vez y se espera que mantengan este sentimiento positivo y la fuerza del voto joven, del voto de la Generación UE.

El impacto el Brexit en las elecciones europeas de 2019

Especialmente candente en 2019, el Brexit hizo que muchos europeos pusiéramos el foco en Reino Unido. Preocupados por la situación que depararía a Europa, desde España miramos a nuestros vecinos ingleses, que protagonizaron numerosos temas de información junto a Europa, desde los medios de información hasta las calles de cada barrio.

Casi una cuarta parte de los europeos afirmó que la información constante sobre el Brexit tuvo gran influencia en su intención de voto y su decisión final para acudir (o no) a votar. En el Reino Unido, concretamente, lo pensó así poco más de la mitad de los encuestados. Por lo general, el informe sobre el Eurobarómetro de 2019 sugiere que la cobertura que hicieron los medios de comunicación respecto al Brexit alentó a los ciudadanos a votar (más que invitar a su abstención).

Argumentos Abstencionistas. ¿Por qué hay gente que no vota?

Las dos razones principales para no votar en las últimas elecciones europeas fueron la falta de confianza en la política o el descontento con la política en general, además de la falta de interés por la política por parte de los ciudadanos europeos. Además, muchos de los europeos mantuvieron la teoría de que un único voto no tiene consecuencias o no cambia nada.

Luego estaban los que se decantan por no votar nunca o casi nunca y quien estuvo ocupado y no acudió a votar por falta de tiempo. Mismos motivos y prácticamente mismos porcentajes que años anteriores: quienes tuvieron la convicción de no votar en este sentido, se mantuvieron firmes. No todos los que se abstuvieron lo hicieron por convicción, muchos otros son los motivos de abstención que dieron los encuestados en mayor porcentaje:

  • El sentimiento de hostilidad hacia la política, por insatisfacción con el panorama actual o por mera falta de interés.
  • La falta de información respecto al proceso de elecciones en la Unión Europea.
  • La creencia de que "votar es inútil".
  • Diferentes motivos técnicos como falta de tiempo, enfermedad o por lejanía respecto al colegio electoral.

En contraposición al segundo punto que aludieron muchos abstencionistas encuestados, el 44% de los europeos recordaron haber visto u oído mensajes en los que se animaba a la población a votar en las elecciones al Parlamento Europeo. En este sentido, el Parlamento Europeo reconoce estar contento con los resultados obtenidos a nivel de campaña informativa, por lo que esperan conseguir mejores datos este año con la llamada al voto joven.