El Mediterráneo grita frente al cambio climático. Los avances tecnológicos han brindado la posibilidad de conocer el estado de salud del mar. El Sistema de Observación de las Islas Baleares ha conseguido que un glider, un dron submarino, grabe el fondo marino durante 60 días.
Estos proyectos de investigación marítima reciben fondos europeos, y traducen aquello que el mar nos quiere contar. Los glider son 'espías' que consiguen medir diversas variables como la presión, salinidad, temperatura, el oxígeno o datos sobre el sonido. Tras localizarlo vía satélite, el dron ha sido enviado al laboratorio.
Albert Miralles, técnico de gliders del SOCIB, ha explicado que han relevado "un aumento de la salinidad y de la temperatura". Este ascenso, provocado por el cambio climático, podría traer consecuencias: "La dilatación del volunmen del agua, lo que deriva en inundaciones y oleajes más fuertes. Zonas donde antes el agua no llegaba, ahora puede llegar", ha explicado el experto.
Las Baleares son un laboratorio a pequeña escala. "El Mediterráneo es una de las zonas más sensibles al cambio climático y lo que detectamos es que está habiendo más olas de calor, está habiendo un incremento de los fenómenos extremos relacionados con el cambio climático", ha aseverado Joquín Tintoré, director del ICTS SOCIB.