Al margen del reparto político surgido de las elecciones, la Unión Europea (UE) tendrá que responder a una serie de cuestiones acuciantes a las que se enfrentarán sus instituciones (Parlamento, Comisión y Consejo) durante los cinco años de la próxima legislatura, que echará a andar a mediados de julio.

Las pinceladas de la agenda estratégica 2024-2029 del Consejo Europeo, filtradas recientemente, apuntan a que estará determinada en gran medida por los desafíos exteriores, que también podrían afectar a las transiciones verde y digital, que a su vez se enfocarían más desde el ángulo de la competitividad y la autonomía estratégica.

Justamente, en el frente económico, la competitividad de la Unión se ha convertido en cuestión clave en un contexto de fragmentación comercial, subvenciones masivas concedidas por Estados Unidos y China a sus empresas nacionales y competencia geopolítica y tecnológica.

Clave será también el posicionamiento estratégico de la UE para hacer valer sus intereses y valores ante otras grandes potencias geopolíticas como Estados Unidos, China o Rusia. Si el republicano Donald Trump gana en noviembre las elecciones presidenciales estadounidenses, la Unión podría encontrarse aislada, por ejemplo, a la hora de apoyar a Ucrania u organizar su propia seguridad.

Geopolítica

La UE mantendrá el reto en la próxima legislatura de ser un actor relevante en el plano geopolítico mientras se desarrollan dos guerras en su vecindad: en Ucrania y Gaza. La necesidad de la unanimidad para tomar decisiones en el campo de la política común de seguridad y defensa seguirá siendo el principal obstáculo para avanzar en ese terreno, con países como Hungría desmarcándose sistemáticamente de posturas conjuntas.

Continuar el apoyo militar a Ucrania y potenciar la industria comunitaria de defensa será uno de los desafíos pese al sentimiento común de que es necesario que Europa se prepare ante amenazas cada vez más acuciantes para su seguridad, y los países deberán solventar la cuestión de cómo financiar esas ambiciones.

En el plano comercial, el acuerdo de asociación con el Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) continúa como asignatura pendiente después de haber rozado su cierre en 2023, mientras prosigue la tensión con China por sus prácticas desleales.

Economía

En el plano económico será objetivo prioritario impulsar la competitividad frente a las políticas industriales cada vez más agresivas de China y Estados Unidos, y para ello los Veintisiete apuestan por aumentar la financiación privada en un momento en el que las arcas públicas tienen poco margen de maniobra y nuevas necesidades que financiar, como el refuerzo de la defensa.

Una de las tareas urgentes será avanzar en la integración de los mercados de capitales europeos tras una década de escaso progreso, con medidas para mejorar la supervisión, armonizar las normas nacionales de insolvencia, resucitar las titulizaciones o crear productos financieros comunes para alentar a los ahorradores a invertir y dar más opciones de financiación a las empresas de modo que estas no huyan a Estados Unidos.

La Comisión Europea que se forme tras los comicios deberá, además, empezar a aplicar las nuevas reglas de control del déficit y la deuda, que dan más margen para que negocie con los Estados las sendas de ajuste fiscal, y presentar ya en 2025 la propuesta para el próximo marco financiero plurianual 2028-2034, que deberá negociarse esta legislatura.

Migración

La migración ha sido uno de los temas más tóxicos y divisivos de la última década en la Unión y se ha visto de nuevo durante la campaña electoral, en la que el asunto ha sido utilizado por los partidos más conservadores en algunos Estados miembros.

Existe el riesgo de que se endurezca el discurso contra los migrantes y se intensifiquen las peticiones para endurecer los controles, expulsar a los irregulares y reforzar la seguridad en las fronteras, pese al pacto migratorio y de asilo que recientemente lograron los Veintisiete y que ahora toca implementar.

Inteligencia artificial

La implementación de las leyes de la inteligencia artificial y las dos de servicios y mercados digitales, grandes hitos de esta legislatura, se perfilan también como hitos para la que empieza.

Protestas de los agricultores

La próxima Comisión Europea tendrá que seguir dando respuesta a las reivindicaciones planteadas por los agricultores en las protestas de los últimos meses.

Hasta el momento, Bruselas se ha concentrado en flexibilizar las exigencias medioambientales de la política agrícola, pero ya ha planteado iniciativas para mejorar la posición de los agricultores en la cadena de suministro de alimentos, aún pendientes de desarrollo. Y es que los precios que perciben por sus productos ha sido uno de los aspectos que ha llevado al sector primario a las calles.