El sistema europeo de vigilancia de fronteras EUROSUR, con el que la Unión Europea espera evitar tragedias como la de la isla italiana de Lampedusa, comenzará a estar operativo este lunes.
El sistema busca contribuir a salvar vidas de inmigrantes que intentan llegar a las costas europeas a partir del intercambio de información en tiempo real y el refuerzo de la cooperación entre los Estados miembros para identificar y localizar de forma más rápida a las embarcaciones en situación de naufragio.
También aspira a detectar antes las nuevas rutas de la inmigración irregular y mejorar la cooperación en la lucha contra el crimen organizado transfronterizo, incluido el narcotráfico, el contrabando y el tráfico humano.
Los Estados miembros deberán informarse entre ellos y a Frontex de incidentes que ocurran en sus fronteras terrestres o marítimas externas como la detección de una embarcación en alta mar, así como la situación de sus patrullas o activos militares desplegados en la zona, a través de los centros de coordinación nacionales a fin de garantizar que todos los países cuentan con la información necesaria para actuar con mayor rapidez y facilitar la coordinación de sus actividades.
La normativa que regula EUROSUR deja claro que los Estados miembros y Frontex deberán respetar los derechos fundamentales y el principio de no devolución de los inmigrantes a su país de origen. Además, deberán dar prioridad a los menores no acompañados y las personas en necesidad de asistencia médica urgente.