Un exmilitar se suicidó cuando iba a ser detenido por la policía chilena, tras ser procesado por un homicidio cometido durante la dictadura de Augusto Pinochet. Rey Cortés, exintegrante de la Fuerza Aérea, se disparó en la cabeza tras la llegada a su domicilio de la Policía de Investigaciones para arrestarlo, según informó la Brigada de Derechos Humanos de la PDI.
Al ser notificado de su detención, Rey Cortés solicitó a los agentes permiso para ducharse antes de salir, y se mató en el baño. El exoficial fue procesado el 11 de octubre por la jueza Mariela Cifuentes, por el homicidio de Arturo Díaz Jiménez, quien recibió un disparo el 1 de enero de 1974, mientras estaba a la puerta de su casa después del toque de queda impuesto en ese entonces.
La víctima, de 49 años, vivía en la población La Victoria, un barrio obrero ubicado en el centrosur de Santiago, que alojó a grupos de la izquierda política de Santiago y derivó en un foco de resistencia a la dictadura militar, con numerosos incidentes, protestas y muertes. Rey Cortés es el séptimo militar procesado o condenado por violaciones a los derechos humanos que se suicida en Chile.
En la actualidad, según cifras oficiales, unos 130 uniformados cumplen en Chile penas de prisión por violaciones a los derechos humanos cometidas en la dictadura, cuando unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos.