El tribunal que juzga al depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi pospuso hasta el próximo 1 de febrero la segunda sesión de su proceso por instigar al asesinato de manifestantes, debido a su incomparecencia, informaron los medios estatales.
Mursi no pudo ser trasladado a la Academia de Policía, en las afueras de El Cairo, desde la prisión de Burg al Arab, en Alejandría, por el mal tiempo que impidió despegar al helicóptero en el que iba a viajar. Junto al depuesto mandatario están siendo procesados otros catorce dirigentes de los Hermanos Musulmanes, entre los que destacan Esam el Airian, vicepresidente del Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de la Hermandad, y el miembro de su Ejecutiva Mohamed Beltagui.
El resto de acusados llegaron en vehículos blindados a la Academia de Policía, en las afueras de la capital, desde la prisión cairota de Tora y esperaron en el interior de la Academia hasta que se anunció el aplazamiento de la sesión.
Todos ellos afrontan cargos por su supuesta implicación en la muerte de manifestantes y en los incidentes desatados en los alrededores del palacio presidencial de Itihadiya el 5 de diciembre de 2012. E
l Ministerio egipcio del Interior ha puesto en marcha un plan de seguridad, que incluye el despliegue de miles de policías en torno al recinto donde se celebrará la vista, el mismo donde se juzga al expresidente Hosni Mubarak, y en todas las carreteras de acceso. Pese a ello, cientos de manifestantes han salido a la calle en diferentes ciudades de Egipto, donde se están registrando incidentes y enfrentamientos con la policía.
En el barrio cairota de Ciudad Naser, los simpatizantes de Mursi han incendiado un vehículo policial, según fuentes de seguridad, después de que agentes antidisturbios les impidieran el paso a una marcha que se pretendía dirigir hacia la Academia de Policía. Mientras, en Asiut (sur) un policía resultó herido y once estudiantes fueron detenidos tras los enfrentamientos en la sede de la universidad de Al Azhar en esa ciudad, según la televisión estatal.
No se trata del único caso al que se enfrenta Mursi, que deberá responder también ante la justicia por revelar información clasificada a países y organizaciones extranjeras, como Hamás, y por huir de prisión durante la revolución de enero de 2011.