La ultraderecha chilena se ha hecho con una holgada victoria en las elecciones de consejeros constitucionales celebrada este domingo, en las que el Partido Republicano, partidario de mantener la actual Constitución redactada durante la dictadura, ha obtenido 22 escaños de los 50 que había en juego, convirtiéndose en el partido más votado y doblando en escaños a la derecha tradicional.
"Hoy podemos respirar un poco más aliviados", ha afirmado su líder, José Antonio Kast, que perdió las presidenciales de 2021 frente al actual presidente, Gabriel Boric, y es un defensor acérrimo del modelo neoliberal instaurado por la dictadura militar.
Con un 35,4% de sufragios, su candidatura ha arrasado en la mayoría de las 16 regiones de Chile, en sus bastiones tradicionales del sur, en el norte e incluso en feudos de la izquierda como la Región de Valparaíso. Estos 22 escaños le permitirán ejercer el poder de veto en el órgano constitucional.
Los republicanos han repetido así el 'sorpasso' que ya dieron en los comicios de 2021, cuando ganaron la primera vuelta presidencial y consiguieron 16 parlamentarios en las legislativas (15 diputados y un senador, aunque tres de ellos abandonaron el partido). Sin embargo, ahora por primera vez encabezarán el órgano encargado de discutir y aprobar una nueva Constitución.
El triunfo de Kast cambia por completo el equilibrio de fuerzas del nuevo Consejo Constitucional frente a la anterior Convención, dominada por el progresismo y una mayoría de candidatos independientes que, a diferencia de en estos comicios, pudieron concurrir en sus propias listas.
Durante la campaña, los republicanos arremetieron con fuerza contra el resto de la oposición, aunque en los últimos días, Kast -que abandonó la coalición de derecha tradicional donde militó más de 20 años por considerarla demasiado moderada- dio señales de querer apostar por un estilo más dialogante.
Tras el rechazo de la primera propuesta constitucional en septiembre y a diferencia de la extrema derecha, la derecha tradicional optó desde un principio por retomar el itinerario constituyente. Ahora, según analistas, la coalición conservadora Chile Seguro queda debilitada y en la encrucijada de tomar las posiciones extremas de los republicanos o adoptar un perfil propio más moderado.
El diputado de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Juan Antonio Coloma, la principal formación del bloque, admitió que este es un "triunfo de la oposición" encabezado por los republicanos: "No vamos a cometer los errores de la izquierda en el proceso anterior", ha reivindicado.