El factor sorpresa y la falta de precedentes de ofensivas similares durante la guerra, son las claves para entender los ataques relámpago que han provocado la incursión ucraniana en la región rusa de Kursk. Ofensiva con la que Kyiv ha ocupado 1.000 kilómetros cuadrados. Como apunta Jesús Núñez, codirector de IECAH: "El factor sorpresa en el plano táctico lo ha logrado Ucrania. Sus acciones ponen al descubierto las vulnerabilidades de Rusia".
Los soldados de Zelenski ya están en Suzda, una de las localidades más grandes de la región, que ha tenido que ser completamente evacuada, al igual que muchas otras de la región. De hecho, distintos canales de Telegram afirman que las explosiones derivadas de los combates se escuchan desde la ciudad de Kursk. Lo que ha provocado que Rusia evacue a más de 120.000 personas en la región.
Sin embargo, desde Kyiv aseguran que su objetivo no es invadir, como ha asegurado Georgii Tykhyi, portavoz del Ministerio de Exteriores de Ucrania: "A diferencia de Rusia, Ucrania no necesita la propiedad de otros".
Asimismo, el ejército ucraniano parece imparable, ha conquistado 74 localidades que ocupan más de 1.000 kilómetros cuadrados. Con el avance de la ofensiva van tomando prisioneros que se dirigen directamente a su líder, Vladimir Putin: "Pedimos un intercambio por los soldados de Azov". Núñez asegura que "lo máximo que puede esperar Ucrania y por tanto ahí está el éxito de la operación, es que Rusia tenga que desviar unidades que ahora están actuando en la zona del Donbás (al Kursk)"
Esta incursión ha provocadola ira de Vladimir Putin y según distintos analistas, un punto de inflexión en un conflicto que dura más de 900 días. El profesor de Relaciones Internacionales Pedro Rodríguez reafirma esta posición: "No es una batalla más es una forma de poner fin a la guerra".