El polémico intérprete de lengua de signos del funeral de Mandela reconoce ser "un gran farsante". Sin embargo defiende que su actuación sirvió para denunciar lo que pasa en el gobierno sudafricano. En un vídeo grabado por la cámara de unos jóvenes sudafricanos, se presenta como un abanderado de las personas con discapacidad.