El papa se ha dirigido al comienzo de la audiencia general a un grupo de parejas que escucharon la catequesis en la Plaza de San Pedro y que estaban celebrando el 50 aniversario de su matrimonio para elogiar la vida matrimonial.
"Ese sí que es el vino bueno de la familia. Vuestro testimonio es necesario; las jóvenes parejas deben aprender de él", ha señalado el Pontífice. Durante la catequesis, se ha detenido en la narración evangélica de 'Las bodas de Caná' y ha bromeado al constatar que el agua es "necesaria para vivir" pero el vino expresa la plenitud de una fiesta.
"Imagínense una fiesta de bodas en la que falta el vino da vergüenza, los novios pasan vergüenza: imagínense toda la noche bebiendo té el vino es necesario para la fiesta", ha explicado.