Francia ha denegado la petición de asilo al fundador de la plataforma WikiLeaks, Julian Assange. El Elíseo destaca que la actual situación de Assange, refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres, "no representa un peligro inmediato", y subraya que sobre él pesa una orden europea de detención.
El australiano, de 44 años, se presenta en la misiva como un "periodista (...) perseguido y amenazado de muerte por Estados Unidos" por sus actividades profesionales y recuerda que no está acusado de ningún "crimen o delito en ningún lugar del mundo, incluido en Suecia y en el Reino Unido".
Assange se dice víctima de "una persecución política de una envergadura inédita" que incluye amenazas de asesinato, de secuestro, de encarcelamiento, campañas de difamación o acoso que le afectan a él mismo, a su entorno y a su organización.
"Se han lanzado esas acciones contra mí porque un día decidí no callarme y revelar pruebas de la comisión de crímenes de guerra contra la humanidad", subrayó. La carta, que publica el diario "Le Monde", ha sido enviada al Elíseo tras la reciente publicación a través de WikiLeaks de varios documentos secretos de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA) que demuestran que Washington espió a los tres últimos presidentes franceses al menos entre 2006 y 2009.
Esa circunstancia, así como las llamadas para que Francia revise su legislación sobre los filtradores de información y el apoyo a la libertad de prensa esgrimido por las autoridades francesas tras el atentado terrorista de enero contra la revista satírica "Charlie Hebdo", motivan que la haya enviado ahora. Se apoya, además, en el hecho de que la ministra francesa de Justicia, Christiane Taubira, se mostrara favorable a que se le concediera asilo en Francia, idea rechazada de pleno por el primer ministro, Manuel Valls.
El fundador de WikiLeaks recuerda que esa organización ha recibido "decenas de premios periodísticos", entre ellos uno de Amnistía Internacional (AI), y que la web ha sido nominada "en cinco ocasiones consecutivas" al Nobel de la paz así como al Premio Mandela de Naciones Unidas.
Assange, sobre quien pesa una orden de arresto por parte de la Justicia sueca para procesarlo en su territorio por supuestos delitos sexuales, describe también las condiciones en las que vive en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012 para "evitar una extradición a EEUU que cada vez parece más probable".
"Dispongo de 5,5 metros cuadrados para mi uso privado. Las autoridades británicas me han prohibido el acceso a la luz solar y al aire libre, así como toda posibilidad de ir al hospital", comenta Assange, según el cual la embajada, fuertemente vigilada, le ha impedido tener "la mínima vida familiar o íntima".
Acogiéndole, en su opinión, "Francia haría un gesto humanitario pero también simbólico, enviando ánimo a todos los periodistas y filtradores del mundo que arriesgan su vida para permitir a los ciudadanos avanzar hacia la verdad".