La emisora 'RTL' ha revelado que el Ministerio del Interior ha adoptado en los últimos días las primeras disposiciones contra ellos, en primer lugar la confiscación de sus pasaportes y de sus carnés de identidad por un periodo de seis meses ampliable, algo que pueden recurrir ante un tribunal administrativo. La razón es que los servicios secretos sospechan que estos seis franceses, mayores de edad, tenían planes para irse de forma inminente.

En algún caso, habían sido personas de su entorno las que habían advertido al teléfono abierto por el departamento de Interior para dar la alerta de procesos de radicalización yihadista. En otros, han sido los elementos recopilados por la Dirección General de Seguridad Interior. Los nombres de estas personas han sido enviados al sistema de información Schengen disponible en todos los puestos fronterizos europeos.

'RTL' indicó que hay unos cuarenta expedientes suplementarios en instrucción para una posible aplicación de este dispositivo -la ley fue adoptada el pasado noviembre-, que prevé la convocatoria de quienes se presuma que preparan su salida hacia Siria o Irak.

Francia ha estado a la cabeza de los países de la Unión Europea que han reclamado un control sistemático de los pasajeros de vuelos, mediante la consulta de los ficheros Schengen, para luchar contra el terrorismo y en particular contra el fenómeno de los "combatientes extranjeros".