Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco, no ha tardado ni 10 horas en comenzar con su nueva agenda como papa. El primer acto ha sido un acto privado e íntimo. Ha ido a rezar a primera hora a la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma.
Hasta ahora, Bergoglio residía en un pequeño apartamento, viajaba en metro y habitualmente se cocinaba su propia comida. Los cardenales han elegido un hombre humilde para ocupar la Silla de Pedro.
Su elección supone un cambio importante: el primer papa jesuita no entraba en ninguna de las quinielas, quizá porque su momento ya había pasado.
De alguna manera es el 'AntiRatzinger': fue el único opositor en el anterior cónclave, que ahora se interpreta como una retirada táctica.
Hombre de ciencia y de fe, es técnico químico y doctor de Teología. Es el primer pontífice no europeo de la edad moderna y supondrá un puente entre Europa y América, el continente que reúne al 50% de los católicos de todo el mundo.
A pesar de que se había especulado con un candidato de pasado impoluto no salpicado por los escándalos, Bergoglio esconde luces y sombras en su biografía.
Se le acusa de comulgar y colaborar con la dictadura de Videla en los años de las desapariciones y de la represión salvaje. Hay acusaciones, nunca demostradas, de que entregó a dos curas que murieron asesinados. Como luces, podemos destacar por su denuncia contundente de la pobreza y su cercanía con los que sufren.
Si fue blando con la dictadura, ha sido especialmente duro en su enfrentamiento con el matrimonio Kichner. El nuevo papa ha sido un feroz opositor al matrimonio homosexual, al aborto y a la adopción de parejas homosexuales.
En un país donde el fútbol es también religión, a nadie se le escapa que el carnet con el número de socio 88.235 pertenece al papa Francisco. El San Lorenzo de Almagro es tradicionalmente el club de los 'gallegos', españoles, en Argentina.
Aunque solo vive con un pulmón desde hace más de 40 años, no tiene importantes problemas de salud y eso no le impide bailarse un tango, eso sí, muy de vez en cuando.
Algunos expertos ven ahora posibles algunos avances durante su Pontificado, en temas como el celibato, el sacerdocio femenino e incluso en el tema del preservativo.