El atentado sufrido en las playas de Túnez, el segundo en cuatro meses, deja al descubierto los objetivos de ISIS, que ha reivindicado el ataque. Los extremistas buscan destruir el motor económico del país, el turismo, al tiempo que hacen temblar los cimientos de la débil democracia de Túnez. Gracias a la primavera árabe de 2011, Túnez consiguió derrocar al dictador Ben Ali, siendo el único país islámico en el que la revolución por la democracia tuvo éxito. Ahora, la lucha contra el extremismo es el principal problema del país del que más combatientes salen para integrarse en las filas de ISIS.
Frenar el sueño democrático de la primavera árabe en Túnez, el objetivo de ISIS