Investigadores de la Universidad McMaster (Canadá) han publicado en la revista 'Lancet' el mayor estudio realizado hasta la fecha sobre las medidas más eficaces para protegerse frente al Covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus, confirmando que el distanciamiento físico de dos metros y el uso de mascarillas y de gafas son las mejores estrategias para reducir la posibilidad de infectarse o transmitir el virus.
El trabajo ha sido encargado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a los consejos "contradictorios" que han dado en muchos países para evitar el contagio, así como las dudas que existen sobre la utilidad que tienen en este caso las mascarillas y gafas entre la población general.
"Hemos sintetizado por primera vez toda la información que tenemos sobre el Covid-19 así como el SARS y el MERS, con el fin de proporcionar la mejor evidencia sobre el uso adecuado de estos productos y ayudar a aplanar la curva", ha explicado el director del estudio, Holger Schünemann.
El nuevo coronavirus se suele transmitir por el contacto de gotas respiratorias de personas infectadas, las cuales ingresan en los ojos, nariz o boca ya sea de forma directa (cuando el paciente tose o estornuda) o al toca una superficie contaminado. No obstante, sigue sin estar del todo claro el papel que juegan los aerosoles en la propagación de la enfermedad.
Para llevar a cabo el trabajo, los expertos analizaron 172 estudios observacionales que evaluaban medidas de distancia, mascarillas y protección ocular para prevenir la transmisión de pacientes con infección confirmada o probable por Covid-19, SARS o MERS con personas cercanas a ellos (por ejemplo, cuidadores, familiares, trabajadores de la salud).
Las estimaciones agrupadas de 44 estudios comparativos con 25.697 participantes se incluyeron en el metanálisis. De estos, siete estudios se centraron en Covid-19 (6.674 participantes), 26 en SARS (15.928) y 11 en MERS (3.095).
El análisis de los datos de nueve estudios (a través del SARS, MERS y COVID-19, incluidos 7.782 participantes) que observaron la distancia física y la transmisión del virus descubrió que mantener una distancia de más de un metro de otras personas se asociaba con un riesgo mucho menor de infección en comparación con menos de un metro. No obstante, el modelado sugiere que por cada metro adicional, hasta tres, el riesgo de infección o transmisión puede reducirse a la mitad.
No obstante, los autores señalan que la certeza de su evidencia sobre el distanciamiento físico es moderada y que ninguno de los estudios evaluó cuantitativamente si las distancias de más de dos metros fueron más efectivas.
Además, 13 estudios que se centraron en la protección ocular encontraron que los protectores faciales, las gafas y los anteojos se asociaron con un menor riesgo de infección, en comparación con la ausencia de cobertura ocular. La evidencia de 10 estudios también mostró beneficios similares para las mascarillas.
Para los trabajadores de la salud, las mascarillas N95 y otras de tipo respirador se asociaron a una mayor protección contra la transmisión que las quirúrgicas o similares. Para el público en general, las mascarillas probablemente también estén asociadas con una mejor protección.
"En 24 estudios de los tres virus, incluidos 50.566 personas, la mayoría encontraron estas estrategias de protección personal aceptables, factibles y tranquilizadoras, pero notaron daños y desafíos que incluyen molestias frecuentes, una mayor dificultad para comunicarse con claridad y una disminución de la empatía", han zanjado los investigadores.
A pesar de estos hallazgos, la revisión tiene algunas limitaciones ya que, por ejemplo, pocos estudios evaluaron el efecto de las intervenciones en entornos no relacionados con la atención médica, y la mayoría de las pruebas provenían de estudios de SARS y MERS.