El Gobierno griego aseguró que la liquidez bancaria está garantizada pese a la decisión del Banco Central Europeo de dejar de aceptar los bonos griegos como garantía en sus operaciones de refinanciación.

El portavoz del Gobierno, Gavriil Sakelaridis, recalcó que "no hay motivo de preocupación" y se trata de una "presión política" por parte del BCE dentro del proceso de negociación de Grecia con sus socios.

"No chantajeamos pero tampoco dejamos que nos chantajeen", dijo Sakelaridis. El ministerio de Finanzas recalcó que la decisión del BCE no es producto de una "evolución negativa en el sector financiero" y se produce "después de dos días de estabilización sustancial".

El ministerio subrayó que el sistema bancario se mantendrá adecuadamente capitalizado y completamente protegido a través del programa urgente de asistencia a la liquidez.

Añadió que el Gobierno "amplía a diario" el círculo de socios e instituciones con los que mantiene consultas y "permanece firme en su meta de aplicar el programa de salvación social, aprobado por el voto del pueblo griego".