Después de una semana en un tira y afloja, el jefe del grupo paramilitar, Yevgueni Prigozhin, ha confirmado que ya está listo "sobre el papel" el envío de municiones que exigían al ejército ruso para seguir con el combate en el frente de Ucrania.
El contexto. ¿Quién es Yevgueni Prigozhin?
- Conocido como "el chef de Putin".
- Es un antiguo empresario de catering que desde hace un año, cuando comenzó la guerra en Ucrania, ha ido asumiendo un papel más público.
- Ahora es el dueño del Grupo Wagner, una red de mercenarios rusos al servicio del presidente Vladimir Putin.
- Encabezó la batalla de Rusia por la ciudad de Bajmut en la región ucraniana de Donetsk.
¿Por qué es importante? El pulso entre la cúpula del Ministerio de Defensa de Rusia y el grupo Wagner se hizo latente el pasado martes cuando el líder de los mercenarios, Yevgueni Prigozhin, acusó a los altos mandos del ejército ruso de "traidores a la patria" por su negativa a enviarles munición.
- Este miércoles el ministro de Defensa ruso, Shoigú, aseguró que esas declaraciones son "absolutamente falsas".
- En el discurso anual sobre el estado de la nación, Putin instó a poner fin a las rivalidades internas en el lado ruso.
- Prigozhin acusa al Kremlin de querer acabar con la organización paramilitar.
Sí, pero… Prigozhin ha anunciado que ya está en marcha el envío de munición.
- "Hasta el momento, todo está en papel, pero, como nos dijeron, los documentos principales ya están firmados".
- Parte de los mercenarios de Wagner fueron reclutados en cárceles.
- Según la ONG Rus Sidiáshchaya: de los 50.000 presos reclutados solo quedan vivos unos 10.000.
- El grupo Wagner ha visto diezmados sus batallones para conquistar la localidad de Soledar. Un enclave que ni siquiera es decisivo para la guerra.
- Con esto Shoigú podría argumentar que sus objetivos a largo plazo obligan a racionar la munición que destinan al grupo.
Y mientras tanto… Prigozhin acumula cada vez más apoyos. Uno de ellos, el presidente checheno, Ramzán Kadírov.
- Kadírov ha anunciado en sus redes sociales su intención de crear en el futuro otra compañía de mercenarios para, dice, competir con Rusia.
Lo que iba a ser una guerra relámpago ya acumula 365 días de ofensiva.