CAMBIO CLIMÁTICO vs. MAGA
La guerra de Trump y Musk contra la NOAA: recorta un 20% su plantilla y deja en el aire las previsiones climáticas
¿Por qué es importante? La agencia se enfoca en la investigación y prevención de desastres naturales, así como en el monitoreo climático global, siendo crucial para la gestión de fenómenos climáticos a nivel nacional e internacional.

Para Donald Trump, el cambio climático nunca ha sido una prioridad dentro de su visión de hacer América grande nuevamente. Lo dejó claro en sus discursos, y al asumir la presidencia, su postura se tradujo rápidamente en acciones: la retirada por segunda vez de Estados Unidos del Acuerdo de París, la autorización de perforaciones petroleras en áreas protegidas, la suspensión de concesiones para proyectos de energía eólica marina, y la revocación de políticas a favor de los vehículos eléctricos, acciones que impactaron de manera directa y significativa en la industria energética del país.
Ahora, su nueva ofensiva se dirige contra la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), un pilar de la ciencia y la investigación climática en Estados Unidos. Trump ha solicitado a los responsables de esta agencia que acometan un recorte adicional de 1.000 puestos de trabajo. Esta decisión se suma a los 1.300 despidos o renuncias recientes, lo que representa una reducción del 20% en una agencia que emplea a alrededor de 13.000 personas.
Esta medida forma parte de una iniciativa promovida por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) y el magnate Elon Musk, cuyo objetivo es recortar significativamente la burocracia federal. El recorte en la NOAA forma parte de un esfuerzo por reducir la estructura de esta agencia clave para la previsión meteorológica y la investigación sobre el clima, que es también uno de los principales proveedores de información medioambiental a nivel internacional.
La NOAA juega un papel crucial en el Servicio Nacional de Meteorología, responsable de los pronósticos para Estados Unidos, el Caribe y los océanos Pacífico y Atlántico, con decisiones que impactan directamente a millones de personas. Fundada en 1970 durante la presidencia de Richard Nixon, la agencia está compuesta por seis departamentos y tiene como principales objetivos la investigación y prevención de desastres naturales, así como el monitoreo de las condiciones climáticas globales, siendo vital para la comprensión y gestión de los fenómenos climáticos a nivel nacional e internacional.
Sin embargo, para el Proyecto 2025, que sirvió como base para la campaña de reelección de Trump, la NOAA no es más que una de las principales responsables de lo que consideran una "industria de la alarma contra el cambio climático". Según el documento, esta industria sería perjudicial para la "prosperidad futura" del país. En el capítulo 21 de este plan, desarrollado por la Fundación Heritage, un think tank ultraconservador, se propone una drástica reestructuración de la agencia, sugiriendo su "desmembramiento" y reducción. Además, aboga por eliminar la investigación sobre el cambio climático, en favor de priorizar la comercialización de tecnologías meteorológicas y el uso "sin ideología" de los datos disponibles.
Estas medidas no han pasado desapercibidas para la comunidad científica. Miyoko Sakashita, directora de océanos del Centro para la Diversidad Biológica, denunció: "Los despidos masivos de Trump en la NOAA son un acto de sabotaje dirigido a una de nuestras agencias federales más importantes". Por su parte, el congresista demócrata de California, Jared Huffman, advirtió que esta "purga de científicos y expertos costará vidas", aseguró. En un tono similar, el científico climático Daniel Swain, profesor en la Universidad de California en Los Ángeles, lamentó que muchas personas podrían morir en fenómenos meteorológicos extremos que, de haberse mantenido los programas adecuados, podrían haberse prevenido.