Los restos del Lexington, un portaaviones de Estados Unidos hundido por la armada japonesa en la II Guerra Mundial, han sido hallados a 3.000 metros de profundidad a 800 kilómetros al este de Australia.
Tras su hundimiento hace 76 años en la batalla del Mar del Coral, el hallazgo ha sido resultado de un equipo de búsqueda patrocinado por el cofundador de Microsoft Paul Allen. Uno de los primeros portaaviones estadounidenses, el Lexington se hizo conocido como "Lady Lex" se hundió con 35 aviones a bordo. Como resultado de aquella batalla murieron 217 tripulantes.
"Lexington estaba en nuestra lista de prioridades porque era una de las naves capitales que se perdió durante la Segunda Guerra Mundial", dijo Robert Kraft, director de operaciones submarinas de Allen. "Hemos estado planeando localizar el Lexington durante aproximadamente seis meses y todo salió muy bien".
El USS Lexington fue originalmente comisionado como crucero de batalla pero fue lanzado como portaaviones en 1925. Participó en la Batalla del Mar de Coral (4-8 de mayo de 1942) junto con el USS Yorktown contra tres portaaviones japoneses. Esta fue la primera batalla de portaaviones versus portaaviones en la historia y fue la primera vez que las fuerzas japonesas sufrieron un retroceso en sus avances en Nueva Guinea y Australia.
El 8 de mayo, el Lexington había sido alcanzado por múltiples torpedos y bombas, pero fue una explosión secundaria que provocó incendios incontrolados, lo que finalmente justificó la decisión de abandonar el barco, que fue hundido por navíos estadounidenses para evitar su captura y que también rescataron a 2.770 tripulantes.
Durante la Batalla del Mar del Coral, la marina japonesa hundió el USS Lexington (CV-2), el USS Sims (DD-409) y el USS Neosho (AO-23) y dañó el USS Yorktown. Los japoneses perdieron un portaaviones (Shoho) y sufrieron daños significativos en un portaaviones (Shokaku).
La Batalla del Mar de Coral fue notable no solo por detener un avance japonés, sino porque fue el primer enfrentamiento naval en la historia en el que barcos enfrentados nunca se vieron a simple vista. Esta batalla marcó el comienzo de una nueva forma de guerra naval a través de aviones basados en barcos.