Tres años más tarde y con siete millones de fallecidos, la OMS levanta la emergencia internacional por la pandemia de coronavirus. La Organización Mundial de la Salud decretó la alerta el 30 de enero de 2020 y desde entonces el mundo ha sumado más de 765 millones de contagiados y al menos siete millones de fallecidos. Sin embargo, se cree que podrían llegar a 20 millones por el exceso de mortalidad en ese período.
La Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos estima que la pandemia ha causado en el mundo 6,8 millones de fallecidos y unos 676 millones de casos, si bien la OMS ha publicado sus propios cálculos acercan la cifra de muertos más bien a los 20 millones, el triple de lo mostrado en sus propias estadísticas hasta ahora.
El coronavirus SARS-CoV-2 se detectó por primera vez en la ciudad china de Wuhan en diciembre de 2019 y en enero de 2020 se extendió por toda China. A finales de enero de ese año y a lo largo de febrero surgieron brotes en otros países como Corea del Sur, Irán, Italia, Alemania o España, y el virus se fue expandiendo por el mundo.
La rápida expansión de la enfermedad hizo que la OMS la declarara el 30 de enero de 2020 una emergencia sanitaria de preocupación internacional, basándose en el impacto que el virus estaba teniendo en países subdesarrollados con menos infraestructuras sanitarias.
En marzo de 2020 se contabilizaron casos en todos los continentes, lo que llevó a la OMS a declarara, el día 11, pandemia global. En el caso de Europa, Italia y España fueron los primeros países en reportar contagios, a los que siguieron Francia, Alemania o Reino Unido, y de ellos este último ha sido el que más fallecidos ha reportado con 220.721, según la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos.
Estados Unidos también informó en enero de 2020 de sus primeros contagios y ha sido uno de los países más castigados por el virus con más de 1.123.836 fallecidos, de acuerdo con la misma fuente.
La India, donde la variante delta se propagó con virulencia y donde se han reportado 530.779 muertos, fue el tercer país del mundo en número de positivos por detrás de Estados Unidos y de Brasil, la nación más afectada de Latinoamérica con 699.310 fallecidos. En África se aceleró la propagación del coronavirus y el país más afectado fue Sudáfrica, con más de 100.000 muertos, en el que la variante ómicron actuó con rapidez.
Medidas restrictivas
Para prevenir los contagios, los gobiernos impusieron estrictas medidas nunca implantadas en numerosos países Se sucedieron las restricciones de viajes, las cuarentenas, los confinamientos, el aislamiento social, la cancelación de eventos y el cierre de establecimientos y la minimización de la vida social. Con todo ello, la pandemia tuvo efectos socioeconómicos demoledores, tanto en las sociedades del mundo desarrollado, con notables descensos del PIB, como en las más desfavorecidas.
El temor a la escasez de provisiones llevó incluso a compras de pánico. Pese a que hubo fluidez de información, el miedo se apoderó de la población y proliferó la desinformación.
Llegan las vacunas
En el mundo occidental, la farmacéutica estadounidense Pfizer/BioNTech fue la primera en sintetizar una vacuna, que comenzó a inocularse en EEUU el 14 de diciembre de 2020, a lo que siguió el Reino Unido y más tarde la UE, para ampliarse paulatinamente a otros países.
A ésta le siguieron las de los laboratorios Moderna, AstraZeneca, Janssen, Novavax, Sanofi y GSK, siendo la última en llegar la de la multinacional española Hipra. Rusia aportó la vacuna Sputnik-V en agosto de 2020, que fue presentada por el presidente, Vladimir Putin, y China se sumó también con las vacunas Sinopharm (de Sinovac Biotech) y la RDB, conocida por su bajo coste.
También India puso en el mercado su vacuna Covaxin. Poco a poco, la vacunación permitió la remisión de los contagios y las medidas de desescalada propiciaron la relajación de las restricciones y la llegada de la normalidad.