Cientos de personas se reúnen en el centro de Tokio para rendir homenaje a los dos rehenes japoneses asesinados por el grupo terrorista Estado Islámico. Con velas y pancartas han recordado a ambas víctimas. La última, asesinada hace justo una semana. Japón mantiene desde entonces un fuerte dispositivo de seguridad en aeropuertos y edificios en el exterior como escuelas y embajadas.