La India se ha convertido en dos semanas en el epicentro mundial del coronavirus. La curva de contagios y de fallecidos se ha disparado y ha marcado cifras récord: se ha incrementado el número de contagiados en 360.960 en tan sólo un día, para fijarse en 18 millones en el cómputo global. Por su parte, las defunciones contabilizadas en las últimas 24 horas ascienden a 3.293.

Los expertos niegan una posible relación entre la nueva cepa y esta preocupante situación, pues la variante se descubrió en octubre del año pasado. Apuntan, más bien, a la alta densidad de población y las escasas medidas de higiene tras anunciar el inicio de la vacunación masiva a principios de año (así desaparecieron las mascarillas y la distancia de seguridad).

Desde el día 14 de abril el número de fallecidos no ha hecho sino aumentar vertiginosamente: aquel día se registraron 1.038 casos y, desde entonces, ha ido aumentando hasta fijarse en los 3.293 registrados este martes. El número de fallecidos acumulados desde esa fecha es de 25.000. Lo mismo ocurre con los contagiados: se ha pasado de 14 millones de positivos a 18 en ese mismo período de tiempo.

La vacunación tampoco acaba de arrancar en un país puntero en la producción de sueros. Tan solo el 7% de su población total ha recibido una dosis, pero hay que tener en cuenta que el país cuenta con más de 1.400 millones de habitantes.