El Parlamento de Indonesia aprobó nuevas medidas punitivas, entre ellas la pena de muerte y la castración química, contra los culpables por violencia sexual a menores, publican medios locales.
La medida, propuesta por el Gobierno del primer ministro Joko Widodo, permite también ordenar el uso de dispositivos de seguimiento electrónico para aquellos delincuentes puestos en libertad tras cumplir condena y un endurecimiento en las penas.
Esta controvertida regulación creó un cisma en la Cámara ante la oposición de tres partidos políticos que obligó a debatir la batería de medidas durante los últimos dos meses, según el diario 'Jakarta Globe'.
Algunas de las facciones permanecen "indecisas" ante la falta de explicación del Ejecutivo sobre el procedimiento para implementar la castración química, apunta la fuente. Asociaciones médicas del país también han remitido sus objeciones éticas a la Administración por el uso de dicho castigo.
Widodo propuso el pasado mayo el cambio legislativo después de la violación en grupo a una niña de 14 años y su posterior asesinato en una escuela de la isla de Sumatra, oeste de Indonesia. El suceso conllevó manifestaciones de activistas e incendió las redes sociales en una llamada por reforzar los castigos para los delitos de pederastia.