Moazzan Jah ha explicado que la isla, que tiene algo más de 10 metros de altura y una extensión de 200x250 metros, está siendo evaluada por un grupo de expertos del Instituto Nacional de Oceanografía para comprobar su estabilidad.
Tras las primeras observaciones, los biólogos han explicado que la roca está arrojando gas metano por varias zonas. "El equipo ha encontrado burbujas que suben a la superficie y que se incendian cuando se encendió un fósforo", ha apuntado el biólogo Mohammad Danes.