El jefe del Estado Mayor del Ejército francés, el general Pierre de Villiers, asegura que la última incursión aérea de Francia contra posiciones del grupo terrorista Daesh en Siria les ha hecho mucho daño, pero advierte de que la guerra va a ser larga.

"Les hemos hecho daño seriamente. Eso es algo que se ve a través de nuestros medios de inteligencia de origen visual, pero también a partir de otros", dijo en una entrevista concedida al semanal Le Journal du Dimanche (JDD).

Las cerca de sesenta bombas francesas lanzadas de domingo a martes en la localidad de Al Raqa, considerada el feudo de los yihadistas en ese país, tenían como objetivo, según recordó, campos de entrenamiento o centros de mando.

Esas incursiones se llevan a cabo bajo el criterio "muy importante" de proteger a la población: "Cuando golpeas a un inocente creas una insurrección adicional que es contraproducente", subrayó el general.

De Villiers explicó que destruir las infraestructuras de un país "no es la mejor manera de ganarse la confianza de la población, algo que es un factor clave", y precisó que los bombardeos contra enclaves petroleros aspiran a debilitar a esa organización yihadista a nivel financiero.

La llegada este fin de semana del buque insignia del Ejército galo, el portaaviones Charles de Gaulle, supondrá para los franceses "una plusvalía operacional", porque va a triplicar su capacidad de tiro, con 38 aviones en total.

Asimismo, porque el grupo aeronaval en su conjunto constituye "una plataforma inestimable" de inteligencia y porque refuerza el rol de Francia en la coalición internacional, en la medida en que el portaaviones se ha trasladado hasta la zona para sustituir a uno estadounidense.