Kalyn Rolan, de 26 años, se encontraba realizando los preparativos del funeral de su madre y nunca podría haber imaginado el fatal desenlace que tendría para ella misma. La joven residente en Selma, en el estado de Alabama, se sentó unos minutos en un fardo de paja para realizar una llamada telefónica.
De pronto comenzaron a salir del pajar hormigas rojas que rápidamente invadieron el cuerpo de Kalyn provocándole numerosas picaduras. Su alergia a este veneno provocó que la joven comenzara a hincharse y no pudiera respirar.
Según cuenta el hijo de la víctima en declaraciones para el diario 'Mirror', intentó salvar a su madre tirándola al suelo y quitándole la ropa para evitar que los insectos siguieran atacándola, pero todos los intentos fueron en vano. Madre e hija murieron con 24 horas de diferencia. La familia ha puesto en marcha un 'crowfounding' para cubrir los gastos de ambos funerales y ya han recaudado 10.000 euros.