Amanda Warfel, de 25 años, ha sido condenada a pena de cárcel debido a las quejas de sus vecinos por mantener relaciones sexuales demasiado ruidosas. Ella misma ha admitido las acusaciones y se ha declarado culpable de los cargos de conducta desordenada.
El juez del condado de York ha estimado una pena de cárcel de entre 45 y 90 días para la joven, algo que celebran sus vecinos ya que, aseguran, dejarán de sentirse como en una película porno. A pesar de la condena, algunos vecinos no tienen tan claro que su estancia en prisión sea tan efectiva como se espera.
Tanya Saylor, vecina de la acusada, ha contado a The Independent que incluso tuvo que ponerle unos auriculares a su hijo de cinco años para que pudiera dormir. "Es muy patético tener que establecer un protocolo por las acciones de tus vecinos", ha declarado.