Las bombas han cubierto de escombros muchas aulas de alepo y profesores y alumnos han huido de olvidando sus libros y mochilas. Faltan manos que atiendan a los heridos en los pocos centros sanitarios que están operativos.
En un hospital infantil del este de la ciudad un estallido sorprendió a los médicos sin previo aviso. Las cámaras de seguridad captaron el momento en el que dos misiles impactaron contra el edificio.
Entre los escombros, médicos y enfermeros evacúan a los niños para refugiarlos en los búnkeres subterráneos.
La metralla ha golpeado la mayoría de hospitales de la ciudad, que están fuera de servicio. Dicen los propios civiles que es la peor oleada de bombardeos en los últimos años.
En un intento por suspender los ataques aéreos y así evitar más muertes de civiles, la ONU propuso al gobierno sirio dar autonomía a los territorios controlados por los grupos armados, pero el ministro de Exteriores sirio ha rechazado la medida: "Es inaceptable dejar a 275.000 personas como rehenes de 6.000 o 7.000 hombres armados y no hay gobierno en el mundo que acepte eso".
Pero el enviado especial de la organización les insta a encontrar una solución. Staffan De Mistura, ha afirmado que "nadie pone en duda la soberanía nacional de Siria. Alepo oriental es un caso especial y esto sería algo temporal, pero tenemos que encontrar la fórmula adecuada".
El objetivo del ejército sirio es intensificar los bombardeos sobre los barrios del este para forzar la rendición de los grupos armados, una cruenta ofensiva que ha convertido Alepo en una ciudad en ruinas.