Ley histórica de uniones civiles homosexuales en Italia, aunque descafeinada. La comunidad gay lo ha celebrado sabiendo que aún queda mucho por hacer. "Obviamente es un primer paso. La revolución del movimiento gay no se queda aquí, sino que continúa porque aún faltan muchos derechos", destaca Fabrizio Marrazzo, portavoz de Gay Centre.
Por ejemplo, la posibilidad de que uno de los miembros de la pareja pueda adoptar al hijo del cónyuge. "Desde un punto de vista personal, esta ley ha anulado completamente a mi hijo Giulio y estamos a cero. Pero felices, celebrando en la calle gay que, al menos, hemos vuelto a entrar en Europa", lamenta Annalisa Scarnera, activista LGTB y madre.
Una veintena de países autorizan los matrimonios igualitarios, más de la mitad en Europa. Alemania ha dado otro paso anunciando su intención de eliminar los antecedentes a personas condenadas por ser homosexuales en el régimen nazi y en años posteriores. En España la ley de peligrosidad social, perseguía a los homosexuales durante el régimen franquista.
"Mi madre me denunció a la policía por ser gay", explica Federico Armenteros, presidente de la fundación '26 de diciembre'. Federico escapó, y a muchos de los que pisaron la cárcel se les indemnizó.
El problema ahora es otro. "Desde el Observatorio Madrileño contra la LGTBFobia llevamos registrados 70 ataques al colectivo LGTB", detalla Rubén López, vocal de Delitos de Odio en'Asociación Arcópoli'. Sólo el año pasado el Ministerio del Interior registró 169 delitos de odio por orientación e identidad sexual.