Con gesto serio y aparentemente sin fuerzas han aparecido las 21 chicas nigerianas libres ya de las garras de Boko Haram. En el regazo de una de ellas, un pequeño que mira extrañado a su alrededor. La mayoría de las jóvenes, 18 de 21, vuelven embarazadas según los medios. Victimas de continuas violaciones, utilizadas como esclavas sexuales por los yihadistas.
Tras dos años y medio en el infierno de Boko Haram aún no han podido abrazar a sus familias que esperan impacientes su regreso. Han sido liberadas tras una ardua negociación pero no a cambio, insiste el Gobierno, de la excarcelación de varios altos mandos de los yihadistas.
Queda luchar por las cerca de 200 chicas que todavía permanecen cautivas, para lograr verlas libres como a ellas, que aún con lágrimas en los ojos pueden dejar atrás por fin la pesadilla que comenzó hace 914 días.