Última entrega de medallas de la libertad de Obama y saca pecho porque esta promoción es de las mejores. Michael Jordan, Bruce Springsteen y una emocionadísima Ellen DeGeneres. Cuando se sienta, Robert de Niro intenta confortarla y se olvida de que le toca salir a él.
"Sus personajes son icónicos, un padre siciliano que se convierte en un mafioso neoyorkino, un mafioso que lleva un casino, un mafioso que necesita terapia", señala Barack Obama.
Con sus 2,18 metros de altura, Karim Abdul Jabar se ofrece a quedarse abajo, pero no. Obama lo quiere a su lado para ensayar su gancho. A Tom Hanks lo premia, pero no lo quiere muy cerca. Tras ser un náufrago, un capitán de barco secuestrado o un piloto en apuros, Obama saca sus conclusiones: "Nunca hay que viajar con Tom Hanks".
Un octogenario Robert Redford o los filántropos Bill y Melinda Gates también estaban entre los distinguidos. Los 21, ha dicho Obama, han influido en él y en su presidencia.