Ni Panamá ni las Bahamas son paraísos fiscales. O al menos, no para España. Ambos territorios salieron de la lista negra de nuestro país a raíz de un acuerdo de intercambio de información en materia tributaria del 2 de febrero de 2003.
Buenas intenciones que, en la práctica, no se cumplen. "Ambos funcionan completamente como paraísos fiscales por su opacidad y nula tributación", afirma Carlos Cruzado, portavoz de Gestha.
La OCDE mantiene a Bahamas en su llamada lista gris, reservada a jurisdicciones que a pesar de haberse comprometido con los estándares impositivos, no los cumplen.
Por su parte, la Unión Europea es menos laxa y sitúa a ambos países caribeños en su lista negra provisional. Ante la diversidad de criterio, los expertos piden unificación y mano dura a todos los niveles.
Medidas que se abordarán esta semana en Bruselas en la comisión de investigación de los 'Papeles de Panamá ' y sobre la que pesará el reciente escándalo de evasión fiscal de la excomisaria europea Neli Krus.