El director general de la OMS, Tedros Adhanom, ha afirmado que "si no mantenemos la transmisión bajo control, más personas perderán la vida". El máximo responsable de la Organización Mundial de la Salud no ha descartado la necesidad de aplicar confinamientos si la situación no mejora.
"Existe el riesgo real de reintroducir las llamadas medidas de confinamiento que habían sido tan costosas", ha afirmado Tedros en una semana en la que la tasa de positividad de gran parte de los países europeos se encuentra por encima del 10%.
El máximo representante de la OMS en Europa, Hans Kluge, ya admiritió ayer de que la pandemia de coronavirus será "más dura en octubre y noviembre" y auguró un aumento de la mortalidad en esta época del año.
Kluge insistió en que el otoño "va a ser más duro". "En octubre, en noviembre, se verá una mortalidad más elevada", afirmó el director de la OMS en Europa, que recordó que la actual pandemia no acabará con la vacuna contra la Covid-19.
"Escucho todo el tiempo 'la vacuna será el fin de la epidemia'. ¡Por supuesto que no! Ni siquiera sabemos si la vacuna será eficaz en todos los sectores de la población. Algunas señales que estamos recibiendo es que será eficaz para unos pero no para otros. Y si de repente tenemos que pedir diferentes vacunas, qué pesadilla logística", ha remarcado.
¿Cómo prevenir futuras pandemias?
Precisamente para evitar nuevas pandemias, el Banco Mundial y la OMS han convocado la Junta de Monitoreo de la Preparación Global (GPMB), que ya ha publicado un segundo informe en el que advierte de que el mundo "no puede permitirse el lujo" de volver a estar desprevenido ante una pandemia.
El año pasado, la GPMB advirtió de que el mundo no estaba preparado para la probabilidad "muy real" de que una pandemia mortal se extendiera por todo el mundo, matara a millones de personas, perturbara las economías y desestabilizara la seguridad nacional.
De hecho, pidió medidas urgentes para "romper el ciclo de pánico y negligencia" que ha caracterizado la respuesta a las crisis de salud mundial en el pasado.
En su nuevo informe, el GPMB ofrece una evaluación de la respuesta global al COVID-19, calificándola como un "fallo colectivo" para tomar en serio la prevención, preparación y respuesta ante una pandemia y priorizarla en consecuencia.
"La transparencia y la responsabilidad son esenciales para responder a la pandemia de Covid-19. La confianza es la base de las relaciones entre el gobierno y la comunidad para una mejor salud, pero esa confianza se disipa cuando los gobiernos y los líderes no cumplen con sus compromisos", ha dicho el copresidente de GPMB, Elhadj As Sy.
El informe también ha evidenciado que, si bien el Covid-19 ha demostrado que el mundo está "profundamente interconectado" a través de la economía, el comercio, la información y los viajes, uno de los mayores desafíos de la pandemia ha sido la vacilación de la cooperación multilateral.
"El liderazgo del G7, el G20 y las organizaciones multilaterales se ha visto obstaculizado por las tensiones geopolíticas", ha dicho la organización, para instar a los líderes políticos a que renueven su compromiso con el sistema multilateral y fortalezcan a la OMS como una organización internacional imparcial e independiente.
"Debilitar y socavar la acción multilateral tendrá graves consecuencias sobre la seguridad sanitaria mundial. Nadie está a salvo hasta que todos estén a salvo", ha dicho la organización.
Y es que, tal y como ha advertido la copresidenta de la GPMB, Gro Harlem Brundtland, la única forma de salir de esta "devastadora pandemia" es por el camino de la acción colectiva, que exige un sistema multilateral fuerte y eficaz.
"El sistema de la ONU, que incluye a la OMS, se creó después de la Segunda Guerra Mundial y ha ayudado a hacer del mundo un lugar mejor para miles de millones de personas. Necesita ser defendido, fortalecido y revitalizado, no atacado y socavado", ha apostillado.
Por otra parte, el informe ha subrayado el "devastador" impacto social y económico de las pandemias, especialmente para los vulnerables y desfavorecidos, a menudo se subestima e ignora. Y es que, se prevé que los impactos socioeconómicos a largo plazo de Covid-19 duren décadas, y el escenario conservador del Banco Mundial estima una pérdida de ingresos de 10 billones de dólares a lo largo del tiempo para la generación más joven como resultado de los déficits educativos relacionados con la pandemia.
"Ya no podemos cruzarnos las manos y decir que se debe hacer algo. Es hora de que los países se ensucien las manos y creen sistemas de salud pública para garantizar que una pandemia de esta magnitud y gravedad nunca vuelva a ocurrir. Esta no será la última pandemia ni la última emergencia sanitaria mundial. Pero con las inversiones políticas y financieras adecuadas ahora, podemos prevenir y mitigar futuras pandemias y proteger nuestro futuro y el de las generaciones venideras", ha zanjado el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.