Tras retirarle en un primer momento el saludo, la primera dama se giró hacia Trump para, esta vez sí, estrechar la mano con él. Son muchos los que aseguran que se trata de un gesto intencionado contra las actitudes misóginas del presidente estadounidense.

Los Trump visitaron Varsovia como previa de la cumbre del G20 en Hamburgo, Alemana, y de esa visita sólo ha quedado la estampa de la mano del magnate con la mano extendida y sin recibir feedback.