El elector de Berlín ha plasmado, en los comicios regionales de la ciudad-estado y capital alemana, la erosión que sufre la gran coalición de la canciller Angela Merkel, así como el auge de la derecha radical, imparable a un año de las generales de 2017.
La Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel sufrió un nuevo revés y quedó en el 18 %, un mínimo histórico desde 1948, ha destacado el diario conservador 'Frankfurter Allgemeine', unos cinco puntos por debajo de sus resultados de 2011 en la capital.
Su socio en la gran coalición, el Partido Socialdemócrata (SPD), se defendió como primera fuerza en el "Land" con un 22,4 %, casi seis puntos por debajo de los obtenidos cuatro años atrás, según los resultados parciales de las televisiones públicas.
Entre ambas grandes formaciones tradicionales no suman lo suficiente para reeditar la alianza con la que ha gobernado hasta ahora el alcalde-gobernador, el socialdemócrata Michael Müller. Todo indica que el SPD, fuerza dominante en la ciudad-estado desde 2001, deberá armar una coalición en tripartito, posiblemente con los Verdes y La Izquierda.
Al margen de las consecuencias en el futuro gobierno regional, los comicios berlineses apuntalaron a un partido que, hoy por hoy, está descartado como socio por el resto de las fuerzas: la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
AfD obtuvo un 12,7 %, algo por debajo de las expectativas que le daban los sondeos, pero suficiente para garantizarle una sólida representación en otra Cámara regional, la décima donde consigue escaños del total de 16 "Länder" del país.
Esta formación se ve imparable en su siguiente gran objetivo, las generales previstas exactamente para dentro de un año, el 17 o el 24 de septiembre de 2017. Ninguna formación ultraderechista logró nunca escaños en el Parlamento federal. La misma AfD se quedó en 2013 a las puertas de lograrlo, al situarse unas décimas por debajo del mínimo del 5 %.