Una habitante de Barcelona que se encontraba en el aeropuerto de Bruselas en el momento de las explosiones cuenta que el suceso se ha producido en una zona de conexión entre terminales por la que pasa mucha gente, y que ella calcula que se ha salvado "por los pelos". En el momento de la explosión, "todo el mundo ha dejado las cosas y ha dejado corriendo, según explica, y ahora intentan informarse de todo a través de las redes sociales.