Los tímidos cambios prometidos por el gobierno ucraniano no consiguen frenar los disturbios en las calles de Kiev. Piras de neumáticos han vuelto a arder en la capital. Los manifestantes amenazan con continuar con las protestas hasta que se convoquen nuevas elecciones. Un centenar de personas ha ocupado durante algunas horas la sede del Ministerio de Energía y han secuestrado a dos policías que ya han sido liberados.