Badía, en paradero desconocido, se quejó en un comunicado de que las Fuerzas Armadas intervengan en política para "establecer un estado militar, dictatorial y policial", en su primer mensaje tras el desmantelamiento de las acampadas de los islamistas en El Cairo el pasado miércoles.

El dirigente de la cofradía islámica subrayó que las manifestaciones no han parado en todas las provincias, "lo que afirma que el pueblo egipcio, que disfrutó de libertad tras la Revolución del 25 de Enero, nunca renunciará a ella pese a la brutalidad de los golpistas".

Badía defendió que sus seguidores llevaban a cabo sentadas pacíficas en las plazas de Rabea al Adauiya y de Al Nahda, donde estaban las acampadas desmanteladas por las autoridades, para pedir "la restitución del presidente elegido, de la Constitución y de la Shura (Cámara alta del Parlamento) y rechazar el golpe".

El guía espiritual de la Hermandad denunció que 2.000 personas murieron en una sola jornada, el miércoles, y recordó que este número es superior al de las víctimas que mató el régimen de Hosni Mubarak durante los 18 días de la revolución que llevó a su derrocamiento en febrero de 2011.

Según el Ministerio de Sanidad, al menos 578 personas perdieron la vida y 4.200 resultaron heridas en disturbios el miércoles pasado, mientras que los islamistas sostienen que los fallecidos fueron miles.