La Media Luna Roja atiende a los heridos en este campamento de desplazados de Idlib. Allí han llegado ya 85 familias, las primeras evacuadas del este de Alepo. Tras meses cercados, comienzan a recibir ayuda humanitaria en un lugar en el que, de momento, están a salvo de los combates.
Es a lo que aspiran las más de 40.000 personas que siguen atrapadas en Alepo. El régimen y los rebeldes han llegado a un nuevo acuerdo para retomar las evacuaciones. Unos y otros se acusan mutuamente del ataque a los autobuses que transportan a los civiles y que obligó ayer a suspender el proceso.
Francia propone que la ONU desplegar observadores internacionales para garantizar que los civiles abandonen lo que Ban Ki Moon califica como un infierno. "Alepo es ahora un sinónimo de infierno", comenta Ki Moon.
El acuerdo cerrado se extiende a otras cuatro ciudades y permitirá la evacuación de de los cercados por el régimen en Zabadani y Madaya y los por los rebeldes en Fua y Kafraya. Eso, si se cumple lo pactado porque, como ya hemos visto demasiadas veces en Siria, lo acordado en los despachos difícilmente se hace realidad sobre el terreno.