Los vecinos de Funchal, en Madeira, huyen despavoridos de sus casas. En total, más de 2.000 personas han sido evacuadas en la isla, donde más de 100 inmuebles y un hotel de lujo han quedado calcinados por las llamas. Cuatro personas han muerto ya a raíz de los acontecimientos. Tres eran miembros de una misma familia y el cuarto era un guarda forestal. Las autoridades han detenido a cuatro presuntos autores de los incendios.
Nativos y turistas sienten "miedo e impotencia", explica Lidia Ascençao, trabajadora de otro hotel de Funchal. El fuego ha entrado con furia en la capital debido a las fuertes rachas de viento y amenaza con golpear el conjunto del centro histórico. El humo complica tanto la situación en la isla que el aeropuerto ha cancelado vuelos y el avión del presidente luso ha tenido problemas para aterrizar.
Mientras tanto, en suelo peninsular, la ayuda continental comienza a llegar. Portugal recibe ayuda del Ministerio de Agricultura español, que ha enviado dos aviones anfibios a Viana do Castelo, en el norte del país, así como de Rusia, Marruecos y el resto de la Unión Europea. Por su parte, el jugador del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, proporcionará una ayuda económica a Madeira.