Ira contra el Gobierno nigeriano de las madres de las 200 niñas secuestradas que permanecen aún desaparecidas. Las pequeñas fueron raptadas por la milicia islamista Boko Haram hace dos semanas y se sospecha que podrían haber sido vendidas como esclavas sexuales. Una bochornosa gestión del ejecutivo nigeriano que sigue sin saber dónde están.