En una aldea de Nepal, Hokse, de 300 habitantes, 70 de ellos han donado un riñón, engañados por las mafias. Les aseguraban que el riñón donado volvería a crecer dentro de su cuerpo “como un mango”. Después, le daban la mitad del dinero prometido. Muchos de los donantes han caído enfermos, otros han muerto.