Malala hizo este llamamiento en una cena para celebrar su decimoséptimo cumpleaños en Abuya, capital de Nigeria, donde realizará una visita de tres días, informó la Agencia Nigeriana de Noticias (NAN). "En mi 17 cumpleaños, mi deseo es ver que todos los niños van a la escuela y ver a mis hermanas nigerianas liberadas de su secuestro; quiero que sean libres para ir a la escuela y continuar su educación", dijo durante el evento, celebrado en un hotel de Abuya.
La joven activista estuvo acompañada por su padre, Ziauddin Yousafzai, y representantes de organizaciones de la sociedad civil, así como de la cooperación estadounidense, alemana y británica. En su visita al país africano, donde el pasado 14 de abril fueron secuestradas más de 200 menores por Boko Haram en el conflictivo estado norteño de Borno, Malala se reunirá con el presidente nigeriano y otros miembros de su Gobierno.
"También espero escuchar a esas niñas que fueron secuestradas y lograron escapar de sus secuestradores y me gustaría escuchar a los padres de las niñas. Ellos son los que realmente nos pueden decir lo que sus hijas y ellos mismos están sufriendo", concluyó. Boko Haram, que significa en lenguas locales "la educación no islámica es pecado", lucha por imponer un Estado islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiana en el sur.
La secta islámica ha asesinado a 12.000 personas y ha herido a otras 8.000 en los últimos cinco años, según las autoridades nigerianas. Desde que la Policía acabó en 2009 con el entonces líder de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que se ha intensificado en los últimos meses. Con unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales.