El único portaaviones ruso, el Kutnetsov, el orgullo de su fuerza naval, custodiado por un buque nuclear y otras seis naves han cruzado el estrecho de Gibraltar camino de Ceuta, aunque la escala para repostar en la ciudad autónoma aprobada por el gobierno español en funciones no se producirá por el gran temor de la OTAN a que "la flota tome parte en las operaciones en Siria y propiciar más bombardeos en Alepo".
Desde Europa han llovido las críticas al gobierno por haber firmado contra la agresión rusa en Siria hace cinco días y después prestar el puerto de Ceuta a su portaaviones más temible.
Vladimir Putin ha caminado por su cubierta para arengar a los soldados rusos de la base naval de Severomorsk, el punto de salida del polémico viaje. La flota recorrió toda la costa Noruega y a su paso por el canal de la Mancha, el ejército británico siempre los tuvo vigilados de cerca hasta que siguieron su camino bordeando Francia hasta España.
Con los cazabombarderos rusos preparados en cubierta, dos patrulleros del ejército español los han escoltado por el cantábrico y también por la costa andaluza. España, aunque es miembro de la OTAN, tiene exentas los compromisos con la alianza a Ceuta y Melilla, donde sólo el gobierno decide si es seguro dejar atracar barcos rusos.